El cliché del diccionario son las palabras. Prácticamente siempre que decimos diccionario pensamos en un libro que está ordenado alfabéticamente, primero las palabras que empiezan con A y hasta atrás –que no hasta el último– las palabras que inician –y terminan– con Z. Incluso si pensamos en un antidiccionario, pensamos en un libro donde las palabras se ordenan de atrás para delante: primero las palabras que terminan con Z («calaluz») y hasta atrás las que terminan con A («acabada»). Si eso son los diccionarios: librotes con palabras, pues entonces recomendamos el Diccionario de uso del español de María Moliner: «el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana […] más de dos veces más largo que el de la Real Academia y más de dos veces mejor», dice Gabriel García Márquez. Y si puedes conseguir la versión electrónica, pues qué mejor: es una joya de software que lamentablemente sólo funciona con el sistema operativo Windows (y vale la pena aunque tengas Mac). Pero los diccionarios son mucho más que palabras que ayudan a definir a otras palabras. También hay diccionarios de ideas, y diccionarios visuales, y de medicamentos, y de arquitectura. El Diccionario metafísico del contador, por ejemplo, comienza con el uno y termina no terminando con el infinito, es decir, con el cero. Debería de existir el muy útil y siempre consultado Diccionario de diccionarios. Mientras tanto, en lo que alguien lo redacta, van estas recomendaciones: ¿Qué son los símbolos? Y, sobre todo, ¿qué significan, por qué vemos algunos signos tan seguido? Respuestas en el Diccionario de los símbolos de Jean Chevalier. Si te interesa mucho la simbología, te recomendamos el Diccionario de iconografía y simbología de Federico Revilla. Ahí se definen, por ejemplo, los distintos mitos y dioses clásicos. Si lees diccionarios como si fueran novelas o libros de ensayos, te recomendamos el Diccionario de lugares comunes de Flaubert y el Diccionario del diablo de Ambrose Bierce. Si te gusta la literatura, el Diccionario crítico de la literatura mexicana de Christopher Domínguez Michael, o el de César Aira, que comprende todo Latinoamérica.
¿Cómo saber si un diccionario es bueno? Busca la visión, la filosofía con la que se hizo el diccionario: busca, por ejemplo, la palabra «palabra» en un diccionario de palabras, o la imagen «imagen» en un diccionario de imágenes. Incluso busca la propia definición de diccionario; lo que el diccionario piensa de sí mismo.
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