El año pasado publicamos en alguna de estas páginas la nota: «¡Envolverán el Acueducto! Christo y Jeanne-Claude cubrirán el icono queretano este próximo 28 de diciembre». Llegó el 28 de diciembre y el Acueducto estaba como suele estar desde hace años: sin agua y sin envoltura. ¡Canceló Christo!, dijeron algunos. ¡Bombón malevo!, dijeron otros. Este año no publicaremos ninguna nota falsa. Mejor, hablaremos sobre las notas falsas y sobre el valor de lo falso.
Las jugarretas que suelen hacerse durante el 28 de diciembre son por demás patéticas. Aunque uno no crea en Cristo, celebrar con bromas y chistes la supuesta masacre de Herodes es una total falta de respeto. Leemos infanticidio y pensamos en burlas. Una tradición lamentable, el malsano despliegue de un humor vil. (Normalmente, quien piensa así fue una inocente palomilla que se dejó engañar.)
Más que un día malamente o falsamente conmemorativo, el 28 de diciembre (y el 1 de abril en otros lugares del mundo) es una buena fecha para recordarnos lo inocentes que podemos llegar a ser. El día de los Santos Inocentes celebramos el valor de la incertidumbre. Ese día recordamos que todo es en realidad incierto, que todo puede ser sospechoso. Es un día para reflexionar, para cuestionarnos y para tratar de curar nuestra risible credulidad.
El 1 de abril de 1890 el periódico The Wall Street News Corporation (hoy llamado The Wall Street Journal) publicó un extenso «reportaje» sobre una institución llamada The Stock Market. La nota no era completamente falsa: la institución existía desde 1817. Los dueños, unos auténticos charlatanes, leyeron el elogioso reportaje, se creyeron la broma y fundaron la Bolsa de Valores de Nueva York. Más de 100 años después seguimos cayendo redonditos ante semejante institución.
El 28 de diciembre de 1855, meses antes de que naciera Freud, El Boletín de Orizaba publicó la escandalosa y no menos denigrante nota: «Se confirma el embarazo de María Asunción Parra, nuestra Flor más Bella del Ejido». La tal María Asunción, creyéndose virgen hasta entonces, leyó con sorpresa la noticia y quedó embarazada casi por degeneración espontánea. Fue el primer embarazo psicológico en México.
El 28 de diciembre anuncia que cambiarás tu Día de los Santos Inocentes para mañana, es decir, para el 29 de diciembre. Ese jueves –el 29 cae en jueves– esfuérzate por no decir ninguna mentira. De esta forma, todos pensarán que tus verdades son en realidad tus mentiras. Y cambiarás todo el orden. Cuando antes tenías 364 días de credulidad y 1 de incredulidad, ahora tendrás 364 días de sospecha y sólo 1 de inocencia.
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