SB 24
Octubre - noviembre 2014
SB 23
Agosto - septiembre 2014
SB 22
Junio - Julio 2014
SB 21
Abril - Mayo 2014
SB 20
Febrero - Marzo 2014

Antes de Woody y después de medianoche

Me gustaría «salir» (así, entrecomillado) con alguien que no sepa absolutamente nada de Woody Allen. Que no haya visto ninguna de sus películas. Que diga que le «suena», que ha escuchado que la gente –sus papás, algunas de sus amigas– hablan de él, pero que nunca ha visto, leído o escuchado nada directamente de él. «No, ni siquiera lo he googleado».

Me encantaría «estar» con alguien que no lo conozca. Hablarle, reírnos, rentar una película de Woody cada semana. Y mostrársela. Verla viendo las películas. Manhattan, Annie Hall, El dormilón, Zelig, las cuarenta y tantas películas de Woody Allen en su reflejo. Sería encantador, estoy seguro.

Yo no vería las películas, claro está: la vería a ella. Woody Allen de chanfle. La ficción ocurriendo en ella. Fascinarme en la fascinación, encantarme en el encantado. Creo que me sentiría como Mia Farrow en La Rosa púrpura del Cairo. Ella: mi pantalla.

¿Cómo reaccionaría? ¿Cómo se emocionaría? ¿Cómo sería el gesto justo antes de la carcajada? ¿Lloraría? ¿Cómo serían sus parpadeos? ¿Qué diría después de ver Crimes and Misdemeanors?

El mito del buen salvaje se ha aplicado de forma seria y severa: el bárbaro americano que responde a la civilización europea, el recluso que escucha por vez primera a Mozart, el silvestre que se encuentra con una corbata. Vendría bien un poco de gracia (y arriba y arriba).

Woody Allen tiene, creo, 41 películas. Alvy Singer –el Woody Allen de Annie Hall– dice que una relación tiene que moverse siempre para delante, igual que como se mueve un tiburón; si no va para delante, se muere. Ella y yo tendríamos 41 películas que se verían por primera vez. Ella en la pantalla; yo en ella. Un tiburón en 41 mares, eso sí que es, para decirlo en palabras de Alvy, perversidad polifórmica.

Entre una película y otra, la invitaría a woodyalizar: cocinar langostas, caminar en la lluvia, hacernos falsas ilusiones (sic), sentarse en una banca y discutir hasta el amanecer, burlarse de los académicos, simular una conversación con dios, hablar sobre la suerte, sobre la muerte y, por supuesto, sobre el sexo, mencionar por ahí la palabra destino, imaginarnos en el París de Gertrude Stein, coquetearnos, ver todo Bergman y todo Fellini. Y así.

En el 2021 o 2022 Woody se moriría. Y ella y yo nos quedaríamos con un tiburón muerto. Y cada uno vería al otro avanzar a donde avanza Annie Hall, a la costa donde se pone el sol.
 


Artículos Relacionados:

FICG - Sada y el bombón

El Festival Internacional de Cine de Guadalajara

Del 21 al 30 de marzo 2014. Consulta la programación del festival en: ficg.mx. Entre la Feria Internacional del Libro (FIL) y el FICG, Guadalajara ...

Leer más
FICM - Sada y el bombón

Funciones al aire libre, talleres, conferenci...

Del 15 al 23 de octubre de 2011 se celebrará la novena edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Aquí te presentamos ocho raz...

Leer más

El CutOut Fest 2014, un vistazo al Festival I...

Al CutOut Fest lo conocimos en el 2009, cuando Steve Jobs presentaba el iPhone 3GS, la Academia premiaba a Up como Mejor Película de Animación y ...

Leer más
Festivales de cine - Sada y el bombón

Un viaje cinesabático; un viaje que hace esca...

Los hebreos tenían la muy bonita –y envidiable– costumbre de no hacer nada cada siete años. Trabajaban seis años y, a imagen y semejanza del Dios...

Leer más

Publicidad