En los 80s la cartelera del centro de México era mucho más limitada, no había tanto concierto, obra o festival. Ahora nos damos el lujo de andar de selectivos, pero los eventos siguen siendo dudosos y un poco tramposos –por ejemplo, nos tocó, quizá por la comedia, un José José sin voz para este mes de agosto.
Nos gusta retratarnos como lo que somos, pero también como lo que nos gustaría ser. Y quizás dentro de todo eso: un evento inventado es la mejor representación de nuestra creciente urbanidad. ¿Cuál sería el evento ideal de nuestra región? Algo donde el público, el gobierno, la inversión, el espacio y los contenidos del evento se encontraran en la misma página. ¿Dónde sería?
Pongámonos soñadores y pensemos que alguien organiza el acontecimiento del Bajío: un festival que sea el resultado de la historia, la cultura y el desarrollo de nuestras ciudades. Quizás no el más representativo pero sí el más actual y contemporáneo.
Para este ejercicio de suposición, les presentamos el quimérico evento del bimestre: la Bienal de Arte Universitario de Guanajuato (BAUG).
La BAUG es el máximo encuentro latinoamericano de artistas, museos, galerías y poetas emergentes; la celebración de la cultura universitaria en una de las ciudades más estudiantiles del país: Guanajuato.
Del 19 al 29 de septiembre, sus calles y callejones serán los escenarios de exposiciones, pabellones, conferencias y eventos culturales enfocados en las nuevas propuestas artísticas. Un evento que completa y acompaña al Festival Internacional de Cine, al Cervantino y –ya que andamos aquí con la fantasía a todo lo que da– al Festival Universal del Pambazo.
La BAUG es, ante todo, un escaparate para los jóvenes talentos. Su convocatoria es de las más esperadas entre los estudiantes de distintas disciplinas: solamente diez artistas son seleccionados para exponer su trabajo en el Pabellón Emergente de la bienal; ahí, en medio de curadores, compradores de arte y mirones. Además el premio se completa con una residencia artística de seis meses en Berlín (totalmente patrocinada).
La forma más rápida de llegar a la BAUG es por la nueva línea MEX-GDL del tren rápido (que hace escala en San Juan del Río, Querétaro, San Miguel de Allende, Guanajuato, León, Aguascalientes y Guadalajara). El trayecto aproximado desde el DF hasta la estación de Guanajuato es de una hora y media (¡guau!).
Después de tanta fantasía, viene el golpe de la verdat. Y para nosotros eso significa reconocer que acá hay mucho evento patito: esos que no llegan a su segunda edición y aquellos (muchos, demasiados) que se inventan las oficinas de turismo. Aún con todo eso, hay veces en que las cosas coinciden, los planetas se alinean o a alguien se le ocurre la grandiosa idea de traer eventos impensables, del tipo que hacen invertir la migración: los chilangos hacen el viaje hasta nuestros recintos.
A continuación rescatamos los eventos más sobresalientes en la historia moderna del Bajío (dejando fuera a las persistentes fiestas del Bicentenario); un recuento de algunos de nuestros sucesos más repletos y significativos:
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Aunque la imagen gráfica de este año sugiera lo contrario, el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (el GIFF) es un gran –enorme– festival...
Partamos de una idea: las bandas se construyen mucho antes del contrato millonario, con la agrupación universitaria que toca los sábados por la noche ...