Preparándonos para The Wall

Lunes 23 de abril de 2012, 08:21

Hola Piedad,

de no recibir una negativa, confirmaré que el viernes vendrás con P. y conmigo al concierto de The Wall.

Para muchos –si no es que para todos–, The Wall es el segundo mejor concierto que se ha dado jamás (el primero es el que Beethoven ofreció por ahí de mayo de 1824: la novena, que le dicen).

Sé que el rock progresivo suele ser un eufemismo para rock depresivo, sobre todo si uno creció con los Ramones y el único disco que nunca se baja del auto es el de Rancid, pero The Wall me parece imperdible para quien sea. (¿Recuerdas cómo íbamos a los Tucanes de Tijuana con nuestra playera de NOFX? Por eso quizá no’más no sacábamos a bailar a ninguna dama; todas nos abrían.)

Hace un año, cuando Roger Waters vino a México a presentar este concierto por primera vez, escribí esto. Si no entiendes palotada del asunto del pequeño Pink y su enorme muro, léelo. Podría servirte de prólogo, o al menos de botana.

Saludín,
el joven

 
Lunes 23 de abril de 2012, 22:36

¡Hola, Jovenazo!

Pues claro que me lanzo al concierto. Dicen que es un gran show, así que ante la atenta invitación sería grave dejarla pasar.

¿Dónde vas a quedarte a dormir ese día? Obviamente acá está mi humilde casa (esa por suerte no se mueve) por si quieren llegar acá.

Bueno, ya los demás pormenores se acordarán en su momento justo.

Chido, bye,
José van Piedad (en homenaje al mejor jugador de la Premier este año (¡es oficial!))

 
Martes 24 de abril de 2012, 15:56

No os preocupéis por el costo del boleto. No sé si será regalado o pseudopatrocinado o qué. De todos modos eso lo veremos hasta la mera hora. El otro boleto que nos sobra (porque nos sobran misteriosamente dos) creo que lo está colocando P. Si no, pues lo revenderemos in situ. El situ del evento será el Foro Sol.

Y sí, nos gustaría quedarnos en tu humilde morada. Al día siguiente debemos salir como a las 9 a Puebla, vamos a un bodorrio (Papá Gallo dixit).

Chido liro,
el Joven Torres (en homenaje a mi abuelita Torres y al niño que dejó fuera al Barça)

 
Martes 24 de abril de 2012, 16:01

Joven: está confimadísimo, los boletos son regalados.

Piedad: no le digas al joven, pero en el concierto de Pulp aprendí unos pasos que le voy a sacar en el bodorrio (dixit ídem)

A saber,
P.

 
Martes 24 de abril de 2012, 23:36

El Foro Sol está en el Autódromo Hermanos Vazquez (broma en lo de Vazquez), al lado del Palacio de los Deportes. El Maestro de los Tickets me informa que por ahí hay una estación de metro llamada Ciudad Deportiva. Podríamos vernos ahí a las 7:30 u 8:00. ¿Cómo véis?

Por cierto, nos sigue sobrando otro boleto más con el que seguro nos verán la cara los revendedores. Debemos ir planeando la estrategia, algo similar a lo que planeábamos cuando nos subíamos a los tuk-tuks en Bangkok. Como siempre nos han dicho, hay que estar muy agradecidos por las oportunidades que hemos recibido; en este caso, la oportunidad de hacernos los chistosos con un boleto que quién sabe porqué nos regalaron.

Abracitos,
j

 
Jueves 26 de abril de 2012, 20:06

Hola:

Efectivamente el Foro Sol es el parque de pelota que está como integrado al autódromo de los Hermanos Karamázov, y está frente al Palacio de los Deportes. Y sí, ahí hay una estación del metro llamada Ciudad Deportiva. El andén de esa estación es el punto de reunión ideal. Ahí uno se verá tentado a revender el boleto porque aparecen los personajes que dicen o cantan «le sobran le faltan boletos». No entiendo porqué no mejor afirman «yo hago negocio con las entradas del Maestro de los Boletos, ¿en qué le puedo servir?», pero ps al fin y al cabo se dan a entender. No sé si sea la mejor opción vender el boleto ahí, porque a uno siempre le dicen que no se vaya con la primera oferta, pero ps yo no sé nada de eso. En todo caso lo que sí he escuchado es que luego está la maldita autoridad ahí checando que no se hagan negocios ilícitos y ps como siempre, en vez de prevenir que lo revendedores se manchen con el fanático, lo que terminan haciendo es levantando injustamente al que quiere recuperar el dinero que invirtió en el boleto y que por alguna situación imprevista no ocupará. Tsea que hay que tener cuidado al venderlo in situ.

¿Ustedes cómo van a llegar? La pregunta es porque llegar al situ del concierto es re fácil –sobretodo si vas en metro–, pero salir de ahí no es tan fácil. Probablemente cuando termine el show ya no va a dar servicio el metro. Hay unos «autobuses» (micros de esos que te hacen pensar que andas de viaje mochilero en Laos o algo así) que te cobran como 30 pesos y te llevan a los destinos que los choferes definen como «estratégicos» (me imagino que mediante sus estudios de mercado o el sentido común que les da la experiencia). Esa podría ser una experiencia para recordar, probablemente por lo lamentable, pero al fin y al cabo se recordaría.

La otra opción para salir de ahí es en taxi. Esta opción se complica porque el taxista en esas situaciones suele ser bien manchado. He aquí un claro ejemplo de cómo la oferta y la demanda determinan los precios de manera natural. El problema es que hay gente que piensa que esa es una muestra de que los mercados fallan. Esto es como apañarle su ametralladora al narco de la esquina, irte al campo con ella y dispararle a la primera vaca que veas, comerte la vaca entera, enfermarte hasta el punto de la casi muerte porque no te autoimpusiste ninguna medida sanitaria, o por comerte la piel sucia de la res, y finalmente concluir que la carne de res es pésima para la salud y que quien inventó la idea de comer animales y quienes apoyan esta horrible idea son tan despiadados que seguro tienen un lazo de amistad con Carlos Salinas de Gortari y también con el mismo diablo. En otras palabras, utilizar este ejemplo en contra del liberalismo económico es insensato. Lo que ocurre es que, como en todo, las ideas precarias, aunque sean buenas, si son demasiado precarias, fallan. Por eso hay regulación, para que el mercado funcione bien; para que el taxista no sea un manchado. Desgraciadamente acá no hay respeto de nada.

Les advierto de una vez que lamentablemente nos van a faltar al respeto al salir del concierto. Entonces, tendremos que construir un muro entre nosotros y los microbuses viejos y sucios, entre nosotros y los taxistas manchados, entre nosotros y el «gobierno» que no gobierna nada. Pero bueno, al fin y al cabo nos servirá para poder entender mejor al pobre Pink y valorar más y mejor el show que habremos disfrutado.

En resumen: perfecto, así le hacemos. Cualquier cosa nos hablamos.

José Piedad León