La mitad, o por lo menos una tercera parte de un viaje es el lugar donde decides hospedarte. Ahí, en una litera, un cuarto o una suite pasarás, de menos, seis horas diarias. En cualquier circunstancia, el hospedaje debe ser cómodo; cómodo para el cuerpo, cómodo para el itinerario o, incluso, cómodo para el presupuesto. Esos solían ser los factores que determinaban la elección de un hotel: el costo, la calidad del colchón y la cercanía con los atractivos a visitar.
Ahora, con la posibilidad de comunicarnos con casi todo el mundo (desde con el gerente del Hilton hasta con Bruce Chatwin, el dueño de un departamento en Birminham), podemos dejar de considerar el hotel como el único lugar en donde hospedarnos durante un viaje. ¿Cuándo preferir una casa y cuándo un cuarto de hotel?
En una palabra: práctico. |
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En una palabra: local. |
Epítome del: hombre de negocios o de una alta e importante ejecutiva. |
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Epítome del: bohemio melancólico o del geek con muchos amigos virtuales. |
Ventaja: hay tantos que puedes seleccionar por ubicación y/o precio. |
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Ventaja: da una sensación de conexión urbana y alarga el viaje. |
Mejor derivado: haciendas o casas antiguas convertidas en hoteles. |
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Mejor derivado: el departamento de un amigo que vive allá (pero que salió de viaje). |
Películas ilustrativas: Pretty Woman, con Julia Roberts. |
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Películas ilustrativas: The Holiday, con Kate Winslet. |
Peor escenario: estás en el piso 37 y comienza a temblar, y tú en el baño. |
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Peor escenario: roban o se incendia la casa que te prestaron, y tú en el baño. |
Gran desventaja: un buen hotel es carísimo. |
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Gran desventaja: normalmente no hay mucamas. |
Lo mejor que te podría pasar: conocer a una chica o a un chico que se esté quedando justo al lado; abrir las puertas intermedias y alargar el cuarto. |
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Lo mejor que te podría pasar: tus «vecinos» te invitan a una gran fiesta, simpatizas con ellos y te contratan para cuidar su casa durante un año. |
Ideal para: cualquier viaje de negocios con colegas aburridos. |
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Ideal para: ir con la pareja a vacacionar en una sola ciudad. |
Fantasía: el concierge te resuelve todo y la mucama es todo un bombón. |
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Fantasía: te enamoras del vecino y beben muchas botellas de vino juntos. |
Cliché: cruzas el lobby con todas tus compras del día. |
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Cliché: entras al departamento con el periódico y un ramo de flores. |
Riesgo: overbooking. |
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Riesgo: sábanas de tía. |
En resumen: los hoteles brindan paz y descanso. Hay muchos, así que te puedes quedar en el lugar que buscas al precio que quieras. Suelen ser espacios sin personalidad. |
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En resumen: puedes «vivir» en una ciudad por unos días. Experimentas cosas imposibles de sentir en un hotel. Una casa está llena de pátinas, tonos y recuerdos. |