Esta lista se escribe como respuesta a esta otra.
Cualquier cosa en forma de lista tiene autoridad instantánea. Significa que debe hacerse exactamente así o mejor no hacerse —y eso hace dudar a cualquiera. No es así. La lista, como forma, se ha devaluado. Las listas, como medios, se han usado para llevar mensajes masivos. Seguramente estaríamos mejor sin ellas. Aquí cinco razones:
Facebook me acaba de decir cuáles fueron mis mejores 20 momentos del año. Es apenas 9 de diciembre. Ya revisé la lista y no es cierto; no recuerdo cuáles fueron los mejores momentos, pero definitivamente no son esos. Ahora, suponiendo que sí, que la lista fuera totalmente acertada, ¿qué pasa con todo lo que haga entre el 9 y el 31 de diciembre? ¿Lo pondrán en la lista 2014 o simplemente no existirá?
¿Serán las listas cada vez más como la Navidad o la rosca de Reyes, que cada año aparecen una semana antes?
La única profesión que podría quizá parecerse a la del librero es la del agente de viajes. El oficio del librero exige tener un catálogo de viaje...
Antônio Cabadas, en aras, quizá, de convertirse en nuestro reseñista más renacentista (ya reseñó un libro y una película), nos recomienda lo que al parecer es un gran dis...
Como no puedo hacer un post que sólo contenga la línea: «lean el artículo de Jesús Silva Herzog Márquez en su blog Andar y ver de esta semana», entonc...
No importa la técnica o el formato, el objetivo fotográfico siempre ha sido el mismo: la luz. Escribir con luz, de eso se trata la fotografía. Si...