Un lector, al parecer, se entusiasmó con nuestras recomendaciones de diccionarios y nos mandó esta celebración al diccionario:
Más que las novelas, más que las teorías filosóficas, más incluso que los poemas, es el diccionario la empresa que con mayor pretensión, gollería, valentía y desfachatez trata de comprender el mundo: ordenarlo, acomodarlo, definirlo y tratar de darle un significado a sus partes, quizá sin saber que, al momento de unir esas partes en un solo libro, le está dando un significado a un todo. Desintegrar, ordenar y crear, ese es el método del diccionario.
Comprender el mundo a base de incomprenderlo, porque lo que todo diccionario sabe es que el mundo no cabe en un libro, ni siquiera cabe en un orden, y mucho menos, ya se lo imaginarán, en un libro ordenado. El diccionario es entonces el reflejo de un espejo: nada más ilusorio, nada más falso. Pero también nada más auténtico, honrado y fiel a sus orígenes y convicciones (como dice el DRAE).
Entre más diccionarios tengas, más representaciones del mundo conocerás, sobre todo si esos diccionarios comprenden a otros diccionarios que comprenden a otros diccionarios. Porque no sólo el título «Diccionario» hace al diccionario; una novela, un poemario, un libro de aforismos puede también ser un diccionario. Su afán es el mismo: tratar de comprender al mundo.
Por eso mismo, de nada sirve tener dos, tres, cuatro diccionarios si no hay algo antes o después de la búsqueda en ellos. De nada sirve buscar la definición de «ninfa» si no hemos leído, por decir algo, la Lolita de Nabokov; de nada sirve buscar «asesino» si no hemos leído Crimen y castigo; de poco sirve leer la definición de «jitanjáfora» sin conocer el poema de Brull o el ensayo de Reyes; incluso, de nada sirve buscar palabras que no conocemos si luego nunca vamos a saber cómo conjugarlas (con-jugar).
El diccionario es el invento que está más próximo a la palabra aventura, y quizá por ello debamos tener, consultar y leer distintos tipos de diccionarios como si fueran poemas, ideas filosóficas o hasta novelas. Y viceversa.
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