Nacida en Bordeaux, Francia, Laurence Galli, antigua directora de la Alianza Francesa, le ha dado prácticamente la vuelta al mundo para llegar a vivir a Querétaro.
¿Hace cuánto y por qué te viniste a vivir aquí?
Fue hace casi cuatro años y medio. Vine por el trabajo y porque me había gustado mucho México la vez que vine de turista hace seis años.
¿Cuáles son las diferencias más importantes entre la vida urbana que tienes ahora y la que tenías anteriormente?
Lo sorprendente es que Querétaro es una ciudad más grande que Burdeos. No obstante, se ve bastante más provincial (no lo digo con tono despectivo). La cultura urbana es el reflejo de eso. Me parece que la cultura urbana de Querétaro es bastante provinciana y tradicionalista. Sin embargo, creo que se está produciendo un cambio visible desde hace poco: florecen lugares alternativos, se ve teatro en la calle, la influencia de la capital se hace sentir. ¡Esta ebullición me gusta!
¿Qué extrañarías de tu vida actual su tuvieras que mudarte a otra ciudad?
Extrañaría la tranquilidad, el ambiente en las calles del centro, la no-pretensión de los eventos, el hecho de poder ir de un lado al otro de la ciudad… ¡Oh, muchas cosas! ¡Es que aquí es mí lugar! El lugar que elegí (¿o el lugar que me eligió?).
Describe un fin de semana promedio y cómo se relaciona con la ciudad.
Soy un mal ejemplo, casi nunca me quedo los fines de semana en mi ciudad. Y si me quedo, mi perímetro está muy limitado. No voy más lejos que a dos o tres cuadras de mi casa.
¿Cómo sería tu día ideal? ¿Y tu fin de semana ideal?
Un día ideal sería desayunar tomando un espresso con periódico en mano en Plaza de Armas; pasear en bicicleta en las calles y descansar en un banco al lado del río con un buen libro; comer con unos amigos en Alda Café; ir al cine en la tarde y terminar en una cantina bien típica (El Luchador, por ejemplo). Y mi fin de semana ideal: ¡afuera para explorar otra cosa!
Respecto a tu relación con la ciudad, ¿cómo ésta afecta o mejora tu calidad de vida?
Tengo una relación bastante sana con mi ciudad: la quiero, la admiro (¡soy fan!), la respeto mucho, pero soy consciente de sus límites. Tengo una vida maravillosa, pues Querétaro es una ciudad segura, limpia, luminosa, hermosa, etcétera, pero a veces necesito un poco más de adrenalina que lo que me ofrece.
Si pudieras cambiar algo de la ciudad donde vives (o agregarle algo) ¿qué sería?
Le agregaría la imperfección, el derecho a lo feo. Querétaro es, a veces, asquerosamente perfecta.
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