Cómo tomar mejores fotos: nueve sencillos consejos para no profesionales

Existen dos tipos de fotógrafos: los que saben lo que están haciendo con la cámara y los que no. Los primeros suelen ser constantes y confiables, los segundos pueden llegar a ser geniales. Si aspiras –como el bombón– a ser parte de esta segunda especie, es decir, si no te interesa saber qué estás haciendo con la cámara ni cómo lograste una u otra fotografía, te daremos sólo un consejo: carga con tu cámara a todos lados y toma muchísimas fotos, todo el tiempo, todas las que puedas, y luego métete a un curso de edición o apreciación fotográfica para diferenciar lo admirable de lo patético.

Si prefieres, en cambio, involucrarte con tu cámara y su funcionamiento, si te gustaría ir comprendiendo poco a poco la naturaleza de la luz, considera estos nueve sencillos consejos. Son tips básicos para que las fotos que subas a Facebook no requieran de explicaciones como «ese que sale medio oscuro, casi negro, es mi cuñado».

Contempla. El principal riesgo de tomar fotos es dejar de ver. Confiamos tanto en el lente y en la memoria de la fotografía que dejamos que la cámara vea por nosotros. Camina lento, detente y contempla antes de hacer clic.

Muévete. El zoom nos ha hecho flojos; a menos de que sea imprescindible, no lo uses. Camina, siéntate, tuércete, busca el mejor ángulo. Si es un retrato, acércate lo más que puedas. Si es un niño, ponte a la altura de sus ojos.

Mueve todo. No sólo te muevas tú, trata de mover todo lo que puedas mover: la cámara, el objeto, la luz. A veces los paisajes se ven mejor en formato vertical. Las fotos donde el objeto está en el centro por lo general son aburridas.

Evita el flash. El flash suele ser infame. Es violento y es invasivo. Apágalo y olvídate que existe. Sin flash podrás capturar el ambiente de un lugar. Además, las nuevas cámaras no lo necesitan, pues cuentan con estabilizador de imagen.

Cuida la luz. A menos que busques algo artístico o atmosférico, la luz principal (el sol, el foco, el reflejo) debe estar atrás del que toma la foto. De esta forma, tu sujeto estará iluminado. Evita también los contrastes excesivos.

Agárralos desprevenidos. En la era del Facebook todos han aprendido (según ellos) a posar. No le pidas a la gente que «se ponga para la foto», mejor conviértete en una especie de espía y fotografía sin que nadie lo note. Busca naturalidad.

Considera el fondo. No olvides lo que rodea al sujeto, piensa en el conjunto de la imagen. El contexto habla mucho; en este caso, la fachada es más relevante que el piso. También puedes desenfocar el fondo si no es interesante.

Sé misterioso. El despliegue de una sombra. La fruta incierta. La persona volteando. Una fotografía misteriosa o que genera algunas dudas siempre será más interesante que una en donde todo está acomodado y todo es predecible.

Resuelve sólo una foto. Fotografiar a alguien en sombra frente a un fondo luminoso (o al revés) es resolver dos exposiciones muy distintas en la misma foto (imposible). Resuelve una: busca otro fondo o mueve al sujeto medio metro a la luz.